Un año en blanco
Repaso la agenda y veo los tachones en las actividades previstas y que no se han podido realizar en el mes de marzo, abril y casi mayo. Apunto nuevas citas en el calendario, pero con interrogaciones ¿¿?? A fecha de hoy, no se puede confirmar casi nada, lo único seguro es lo que ya se ha dicho que no se va a realizar. No habrá desfiles de Moros y cristianos, este verano y también será muy raro el mes de agosto de Elche sin vivir el Misteri. El Covid 19 nos ha trastocado todo y tenemos que adaptarnos a esa “nueva normalidad”. Yo creo que es la forma más atípica que conozco de llamar a algo por un nombre que significa lo contrario de lo que alude.
No es nueva normalidad ir con mascarilla, es una imposición nueva. No es nueva normalidad pedir cita para ir a la playa, tampoco es “normal” no dar dos besos cuando me encuentro con una amiga. No entiendo la fórmula de llamar nueva normalidad a esas cosas tan dispares ni tampoco comparto ese eslogan machacón de que después esta epidemia, “salimos más fuertes”. Vamos a salir más pobres, más cabreados, y menos optimistas. Los que han perdido a un familiar, salen más tristes.
El lunes 15 de junio se cumplía un año de la conformación de las Corporaciones Locales tras las elecciones municipales de 2019.
Parece que haya pasado mucho más tiempo, a mí me parece una eternidad, se ve que la pausa provocada por el coronavirus cambia la perspectiva de la memoria. Sin embargo, para los políticos un año es poco, muy poco tiempo para poder ejecutar sus proyectos. Miro a mi ciudad, Elche, y no veo grandes cambios, las ruinas del tripartito de la anterior corporación siguen ahí; https://alicanteplaza.es/las-ruinas-del-tripartito No han cambiado de ubicación ni de aspecto. Ahí sigue apuntalado el edificio de Riegos de Progreso, (me evoca a la canción de Ana Belén, “mírala, mírala, la puerta de Alcalá). También, envidioso, sigue amurallado y cerrado el antiguo Mercado Central. Lo único que ha cambiado, ha sido las ruinas de la primera línea del Hotel de Arenales del Sol, pero no se hagan ilusiones que el cambio ha sido para peor, porque ha recogido los efectos del DANA de septiembre y está más ruinoso que antes, que ya es difícil. Conozco a unos amigos que me dicen que un día de estos le meten una bomba a media noche y “boom” ¡arreglado! parece que no va a quedar otra solución “normal”.
Cuando veo estos problemas urbanísticos, al que se añade el destrozo social del Barrio de San Antón, no me enfado tanto con el anterior gobierno (2015/2019) sino con la anterior alcaldesa (2011/2015) que fue la responsable de dejarnos algunos recuerdos. No sería justo culpar de todo a la nueva corporación, aunque ya puede ir poniéndose las pilas, porque el tiempo pasa y los partidos ocupantes de la casa consistorial son los mismos, (PSOE, Compromís). Era el 2017 cuando el actual Alcalde Carlos González decía que aquel verano sería el último con las ruinas del Hotel sobre la playa: https://cadenaser.com/emisora/2017/08/09/radio_elche/1502279413_684278.html
Pero llevamos algunos veranos más con esa “estampa”. Es increíble el desinterés del Ayuntamiento con sus playas. El Altet ya inició un proceso administrativo de independencia y ahora es La Marina la que lanza un ultimátum al Ayuntamiento, casi por los mismos motivos, falta de atención, desidia y poco cuidado de los servicios esenciales https://www.diarioinformacion.com/elche/2020/06/13/vecinos-marina-desafian-alcalde-iniciar/2273156.html
Para colmo, se conformó hace unas semanas un ente gestor para el seguimiento del baño marino y no se contó con representantes de las pedanías donde están ubicadas las playas, quienes son los primeros que conocen estas necesidades.
Imagino que el Ayuntamiento está ahora en otras cosas más urgentes, nos haremos la idea de que este año, igual que para muchos de nosotros, va a ser poco fructífero y esperemos que cuando pase la pandemia, se retomen los muchos proyectos pendientes.
19 de Junio de 2020
Victoria Rodríguez Blanco